30 oct 2011

La Queimada y el "Conxuro"





La queimada es una bebida mística originaria de Galicia (España).
Tradicionalmente dirigida a alejar los malos espíritus y las meigas
(brujas) que acechan a los hombres para desearles y hacerles mal.




Aunque se desconoce la procedencia exacta de ésta tradición, se cree
 que se remontaa los siglos XI o XII, coincidiendo con la construcción
de la catedral de Santiago de Compostela .




Esta es una de las tradiciones clásicas gallegas para la mágica noche de
San Juán (San Xoán-24 de Junio), junto con las hogueras
y todo tipo de rituales que se multiplican esa noche.
Con el paso del tiempo, la queimada se ha convertido en elemento
indispensable en las reuniones de amigos, a la luz de la luna
 y como colofón a una buena cena.




Aunque el elemento clave del ritual es el fuego, en el conjuro
se invocan los cuatro elementos: fuego,tierra, agua y aire,
deidades fundamentales de la cultura druída y de los ritos
celtas.




El fuego, deidad purificadora.
La tierra, simbolizada con el pote de barro.
El agua, simbolizada con el aguardiente.
El aire, sobre el cual se elevarán y danzaran las llamas.




Tan importante como el ritual y su conjuro, son los ingredientes. 
Un aguardiente gallego de buena calidad sería lo ideal.
Se debe realizar al aire libre, de noche y a ser posible
con luna llena.




Ingredientes: Aguardiente, azúcar blanco fino, cortezas de limón 
algunos granos de café 
Preparación: En un recipiente de barro cocido se vierte el aguardiente 
y el azúcar, en la proporción de 120 gramos por cada litro de líquido. 
Se añaden mondaduras de limón y los granos de café. 
Se remueve y se le planta fuego, con un cazo en el que previamente 
habremos colocado un poco de azúcar con aguardiente. 
Muy despacio, se acerca al recipiente hasta que el fuego pase de uno a otro. 
Se remueve hasta que el azúcar se consuma. 
En el mismo cazo se echa un poco de azúcar, esta vez seco,
 y colocándolo sobre la queimada se mueve hasta convertirlo en almíbar,
 que se vierte sobre las llamas y, removiéndolo, esperamos a que 
las llamas tengan un color azulado. 
Menor tiempo de quemado más fuerte será la queimada.
 Los que prefieren una queimada fuerte, mejor que saquen 
de vez en cuando un cazo (con precaución de no quemarse),
 para obtener el punto exacto y proceder con el apagado.
El fuego ardiendo, para que la queimada esté bien hecha, 
ha de durar lo que se tarda en recitar este conjuro, 
mientras se remueve el brebaje con el cazo.




CONXURO

Mouchos, coruxas, sapos e bruxas. 
Demos, trasgos e diaños, espíritos das nevoadas veigas. 
Corvos, pintigas e meigas, feitizos das menciñeiras. 
Podres cañotas furadas, fogar dos vermes e alimañas. 
Lume das Santas Compañas, mal de ollo, negros meigallos,
cheiro dos mortos, tronos e raios. 
Oubeo do can, pregón da morte, fociño do sátiro e pé do coello. 
Pecadora lingua da mala muller casada cun home vello. 
Averno de Satán e Belcebú, lume dos cadáveres ardentes, 
corpos mutilados dos indecentes, peidos dos infernais cus, 
ruxido da mar embravecida. 
Barriga inútil da muller solteira, falar dos gatos que andan á xaneira,
 guedella porca da cabra mal parida. 
Con este cullerón levantarei as chamas deste lume que asemella ao do inferno,
 e fuxirán as bruxas a cabalo das súas escobas, 
índose bañar na praia das areas gordas. 
¡Oíde, oíde! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse no augardente, quedando así purificadas. 
E cando esta queimada baixe polas nosas gorxas, 
quedaremos libres dos males da nosa alma e de todo embruxamento. 
Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada:
 si e verdade que tendes mais poder que a humana xente, aquí e agora, 
facede cos espíritos dos amigos que estan fora,
 participen con nos desta queimada. 




CONJURO

Buhos, lechuzas, sapos y brujas. 
Demonios maléficos y diablos, espíritus de las nevadas vegas. 
Cuervos, salamandras y meigas, hechizos de las curanderas. 
Podridas cañas agujereadas, hogar de gusanos y de alimañas. 
Fuego de las almas en pena, mal de ojo, negros hechizos, 
olor de los muertos, truenos y rayos. 
Ladrido del perro, anuncio de la muerte; hocico del sátiro y pie del conejo. 
Pecadora lengua de la mala mujer casada con un hombre viejo. 
Infierno de Satán y Belcebú, fuego de los cadáveres en llamas, 
cuerpos mutilados de los indecentes, pedos de los infernales culos, 
rugido de la mar embravecida. 
Vientre inútil de la mujer soltera, maullar de los gatos en celo,
 pelo malo y sucio de la cabra mal parida. 
Con este cazo levantaré las llamas de este fuego que se asemeja al del infierno,
 y huirán las brujas a caballo de sus escobas, 
yéndose a bañar a la playa de las arenas gordas. 
¡Oíd, oíd! los rugidos que dan las que no pueden dejar de quemarse en el aguardiente quedando así purificadas. 
Y cuando esta queimada baje por nuestras gargantas,
quedaremos libres de los males de nuestra alma y de todo embrujamiento. 
Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego, a vosotros hago esta llamada: 
si es verdad que tenéis más poder que la humana gente, aquí y ahora, 
haced que los espíritus de los amigos que están fuera, 
participen con nosotros de esta queimada.


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29 oct 2011

Las Moiras





En la mitología griega, las Moiras (repartidoras) eran personificaciones del destino
Sus equivalentes en la mitología romana eran las Parcas o Fata 
y en la mitología nórdica las Nornas.




La palabra griega "Moira" significa literalmente "parte" o "porción" 
y por extensión la porción de vida o destino de cada uno.
Las Moiras controlaban el metafórico hilo de la vida o destino de cada mortal, 
desde el nacimiento hasta la muerte (el mas allá - Hades )



Hijas de "Érebo" y de "La Noche", eran a la vez Diosas de la vida y de la muerte.
Al conocer el destino de los hombres, conocían también su futuro, 
por lo que se les atribuía la capacidad de profetizar.




No solo establecían el destino, ademas se encargaban de que se cumpliese,
 siendo implacables, cuando algún suceso imprevisto truncaba el plan divino. 
Era entonces cuando enviaban a las terribles "Eriniasa castigar al culpable.




Nadie, ni si quiera los dioses escapaban a sus designios.
Las Moiras también acompañaban a éstos en su nacimiento, 
momento en el que les asignaban una función.




Se representaban como tres ancianas solemnes, vestidas
 con túnicas blancas y haciendo uso de sus
 instrumentos: el huso, la vara de medir y las tijeras.




Cloto (hilandera),
 hilaba la hebra de la vida, desde su rueca hasta su huso.
Su equivalente remana era Nona (Novena)




Láquesis (la que echa a suertes), 
medía el hilo de la vida de cada persona con su vara de medir.
Su equivalente romana era Décima.




Átropos (inexorable o inevitable.Literalmente "que no gira"), 
a veces llamada Aisa. Era quién cortaba el hilo de la vida.
Elegía la forma en que moriría cada persona.
Cuando el tiempo llegaba a su fin, 
cortaba su hebra con sus inexorables tijeras.
Su equivalente romana era Morta (Muerte).

                         
                                  
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